Suspenso en Evaluación: ¿Medimos correctamente?
- andregonziba
- 20 nov 2018
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 9 dic 2018

“La verdadera educación no solo consiste en enseñar a pensar, sino también en aprender a pensar sobre lo que se piensa y en este momento reflexivo -en el que con mayor nitidez marca nuestro salto evolutivo respecto a otras especies- exige constatar nuestra pertenencia a una comunidad de criaturas pensantes.”
- Fernando Savater -
Antes de nada debo confesar que esta entrada la he elaborado tras el análisis y autoreflexión del material de la sesión de @NVilandry dedicada a la Evaluación, ya que no me fue posible asistir a la correspondiente clase.
Después de unas cuantas entradas en el Blog he encontrado la ocasión ideal para explicar el sistema que nos guía para generar estas reflexiones sobre los contenidos de las clases.
Se denomina ESCALERA DE LA METACOGNICIÓN, y si desgranamos el término vemos que Meta significa "más allá" y Cognitio "acción y efecto de conocer". Por lo que se trata de la capacidad de autorregular y reflexionar sobre los propios procesos de aprendizaje y pensamiento.
En este sentido, la escalera nos facilita dicho recorrido de la siguiente manera:

Me parecía interesante comenzar la entrada dedicada a la Clase centrada en la Evaluación con esta estrategia, ya que permite al alumno/a ser consciente de su aprendizaje, le convierte en parte activa y protagonista del proceso, y reporta al educador/a información sobre el estado y evolución del proceso de aprendizaje y los conocimientos adquiridos e interiorizados por los alumnos/as. (Entre las preguntas que nos hemos planteado en estas sesiones destacamos: ¿qué he aprendido?, ¿Cómo lo he aprendido?, ¿Qué ha sido fácil/difícil?, ¿Para qué me ha servido?, ¿Dónde lo puedo utilizar?).
Esto nos lleva a preguntarnos para esta sesión....
¿Qué evaluamos y cómo lo evaluamos? y sobre todo ¿POR QUÉ EVALUAMOS?,
es decir ¿QUÉ PRETENDEMOS MEDIR?
Habitualmente siempre aplico a todo lo que hago en mi vida una premisa: trato de responder en este orden: Para qué, Qué, Cómo (seguidos de quién, dónde y cuándo).
Pero las principales cuestiones son las tres primeras....En este caso me llevaría a que antes de plantearnos si un EXAMEN es el mejor método de evaluación (cómo), primero debo reflexionar sobre qué quiero evaluar o medir y por qué... después pensaré en la metodología de evaluación, en cuándo la llevaré a cabo y dónde.
¿POR QUÉ EVALUAR?
Podemos diferenciar tres tipos básicos de evaluación en función de los objetivos que persigo:
DIAGNÓSTICA: es la que nos permite evidenciar el punto de partida o situación de inicio del alumno/a, y nos orienta sobre la toma de decisiones respecto a cómo debemos facilitar y adaptar los aprendizajes.

SUMATIVA: es la que se realiza al terminar el proceso de enseñanza-aprendizaje con el fin de conocer si se han logrado alcanzar los objetivos del proceso, por lo que permite medir o controlar el éxito. Es la evaluación tradicional y permite calificar y acreditar el aprendizaje de conocimientos. Podemos definirla como la Evaluación DEL aprendizaje y se centra en los productos del aprendizaje.¿Qué riesgos tiene abusar de este tipo de evaluación? Que los docentes utilicemos los resultados para realizar decisiones finales de "éxito" o "fracaso" en torno a una serie de productos relativamente fijos (asociados a actividades relativamente fijas).
FORMATIVA: permite orientar y mejorar el proceso de enseñanza y aporta información sobre el avance de los alumnos/as, permite identificar necesidades o debilidades para reestructurar las estrategias que se han utilizado. Puede o no ser medible. A diferencia de la Sumativa, la Formativa es la Evaluación PARA el aprendizaje.
A los alumnos/as les permite visualizar y hacer visible su aprendizaje, por lo que ¡¡es una evaluación que permite aprender!!; autogestionar sus habilidades para aprender a aprender; celebrar los logros y áreas de mejora; asociar el error al reto y establecer acciones de mejora. A los profesores/as nos permite transformar nuestra práctica docente, adaptarla a las necesidades de los alumnos/as así como mejorar el acompañamiento de los alumnos/as.
¿QUÉ EVALUAR?
El quiz de la cuestión es EVALUAR el aprendizaje, nada sencillo, ya que la tendencia habitual es evaluar para CALIFICAR sólo una parte del aprendizaje... la que en teoría corresponde a los CONOCIMIENTOS adquiridos.
En la Orden ECD/65/2015, de 21 de Enero, por la que se describen las relaciones entre las competencias, los contenidos y los criterios de evaluación de la educación primaria, la educación secundaria obligatoria y el bachillerato, se explicita que el trabajo por proyectos favorece el aprendizaje por competencias ya que se trata de un aprendizaje orientado a la acción en el que se ponen en juego conocimiento (lo que sabemos), habilidades (lo que sabemos hacer) y actitudes (cómo somos). De esta manera, una vez más queda evidenciada la necesidad de alinear el método de enseñanza aplicado en el aula (metodología, actividades, etc.) con el sistema de evaluación, que claramente NO SÓLO PUEDE SER UN EXAMEN...
Para ello el paso previo y esencial es diseñar los objetivos de aprendizaje en base a estas tres dimensiones coordinados con los estándares de aprendizaje, ya que nos permitirá alinear todos los componentes de la planificación de aula (puntos clave, actividades -centradas en experiencias-) incluida la evaluación, y hacerla coherente con los aprendizajes. En este sentido es indispensable evaluar lo que los alumnos/as hacen con indicadores de ejecución, lo que consiguen con indicadores de logro, y cómo lo han conseguido con indicadores de proceso.
¿QUIÉN EVALÚA?

Piensa en tus días de estudiante, cuando te enfrentabas a los exámenes... ¿Quién te evaluaba?, ¿en alguna ocasión te has sentido parte del proceso de evaluación?, ¿te han cedido protagonismo en tu proceso de aprendizaje, o en el de tus compañeros/as?.
Seguro que no... y eso NO está bien hecho, no está alineado con todos los elementos que hemos mencionado hasta ahora.
El alumnado NECESITA evaluarse a sí mismo (autoevaluación), ya que es un proceso que le permite reflexionar sobre su proceso de aprendizaje, desarrollar la autocrítica (constructiva claro), analizar su realidad (con ella las Debilidades, Amenadas, Fortalezas, y Oportunidades de aprendizaje) y con todo ello retroalimentar POSITIVAMENTE su aprendizaje y pensamiento además de su autoconcepto.

¿Y el profesorado? ¿cómo deberíamos evaluar para motivar los aprendizajes y crear climas positivos en el aula para retroalimentar el proceso?
Es necesario que busquemos y usemos herramientas que nos permita observar y valorar la evolución (cognitiva, actitudinal...) de los alumnos/as, sus habilidades y destrezas, los aprendizajes, los productos que crean y los contenidos adquiridos... ¡Ahí queda eso!. Esta heteroevaluación no es sencilla, debe estar alineada con la programación de aula (sesiones, unidades didácticas y curso académico). Otro apoyo fundamental es la evaluación entre pares o coevaluación: el compañero/a retroalimenta con sus aportaciones y percepciones sin ningún lugar a dudas.
¿CÓMO EVALUAR?
¿Conoces herramientas para evaluar? En esta sesión nos presentaron diferentes herramientas digitales, si visitas la sección Herramientas en mi wix, encontrarás varias opciones, como Class Dojo que nos permite evaluar la actitud de los alumnos, asistencia, etc. En la galería he incorporado algunas más... ¡Investiga!.
Por otro lado, dentro de las herramientas no digitales podemos diferenciar entre aquellas que permiten evaluar el proceso, como las Rúbricas, los Cuestionarios de autoevaluación y los Cuestionarios de Coevaluación.
¿Conoces las rúbricas? ¿Has hecho alguna?
Yo habitualmente trabajo con ellas en las formaciones que imparto a los adultos a los que formo en Ciencias de la Salud. Te dejo un vídeo sencillo en el que se comentan las ventajas de este sistema y su funcionamiento.
Si necesitas alguna aplicación para generar rúbricas, pásate por la pestaña Herramientas y visita CoRubrics o Rubistar.
En cuanto a Herramientas para evaluar el aprendizaje contamos con: plantillas de observación (listas de cotejo, escalas de observación), portfolio (por cierto, herramienta fundamental si trabajamos con Inteligencias Múltiples en el aula), diarios de aprendizaje, Rúbricas y pruebas escritas y orales.
¡¡Y SIEMPRE EN POSITIVO!!
Que es la manera de motivar, despertar, retroalimentar, alentar a seguir progresando y esforzándose.
Bueno.. ¿Y ahora qué?
Debemos seguir caminando y ponernos las pilas para alinear nuestro método de enseñanza con la evaluación. Por mi parte le he echado el ojo a una de las referencias que dejó @NVilandry en el material de clase, así que continuaré empapándome de métodos y estilos de evaluación.
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